Reflexiones después de Grey Gardens

Que Jessica Lange y Drew Barrymore ganarán cuanto Emmy o Globo de Oro exista, está claro. Que es mi tema recurrente en las últimas semanas, también.  Este trabajo esta hecho con mucho amor. Se nota en las interpretaciones y en cómo la historia se escapa del morbo y logra rozar la humanidad de estas mujeres que nacieron para convertirse en un mito por sí mismas.

La historia se basa en el documental que los hermanos Maysles realizan a principios de los 70 a la casa ubicada en las afueras de New York, en Long Island. Ahí habitan dos mujeres: Edith Bouvier y Edie Beals Bouvier, madre e hija; Tía y prima de Jacqueline Bouvier, esposa del presidente John Kennedy y luego del millonario Aristóteles Onassis. Sí, la mismísima Jackie O.

Luego del abandono del padre de Edie y su posterior muerte, estas mujeres quedaron en el más desolado olvido. Su casa se convirtió en nido de gatos y mapaches, las ramas de los árboles entraban por los techos y ellas dormían en una pieza que se les llovía entera. De la gloria a la decadencia más profunda.

Pertenecientes a una de las familias de abolengo de los Estados Unidos, el caso impactó luego que saliera el documental de los Maysles a la luz. Con reproducciones de pasajes del documental más flashbacks de su vida antes de la caída, se arma esta película que es más fuerte en las interpretaciones que en el guión. Se trata de un trabajo hecho correctamente y que gana cuando las expectativas a partir de él se mantienen moderadas.

Se agradece que no haya caricaturas de ambos personajes. Una banda sonora deliciosa acompaña a esta historia que tendrá repeticiones durante todo el mes de junio por HBO. Ver cartelera aquí